Esta semana estamos hablando en redes de una técnica muy especial con la que conseguimos mejorar la sonrisa de nuestros pacientes, aportando naturalidad y belleza.
Me estoy refiriendo a tratar la sonrisa gingival.
Para quien no esté muy familiarizado con este tema, la sonrisa gingival se entiende como la elevación excesiva del labio superior al sonreír, de forma que queda visible la encía.
Esta elevación del labio se puede producir por varios motivos:
- Tener el labio superior muy corto, pudiendo no llegar a cubrir la encía al completo
- O bien labios hipermóviles (que se mueven demasiado)
- Contar con un hueso maxilar superior demasiado prominente.
- Tener un desgaste excesivo de los dientes superiores y un sobrecrecimiento de encías para compensar…
El objetivo al tratar la sonrisa gingival es lograr que la elevación del labio no sobrepase la línea del labio superior del diente.
Para conseguir la “sonrisa perfecta” disponemos de diferentes posibilidades, pero sin duda alguna las más frecuente y menos invasiva es el empleo de toxina botulínica (Bótox).
Aplicamos el Bótox mediante dos pinchazos en la base de la nariz y lo que conseguimos es disminuir la tensión en el movimiento del músculo elevador del labio superior.
Esta técnica no es ni molesta, ni dolorosa y se realiza en consulta de forma ambulatoria.
Tras salir de la clínica el paciente suele tener la sensación de que el labio se queda demasiado bajo, pero es solo la percepción del paciente durante las primeras horas.
A pesar de la aparente sencillez de la técnica, hay que tener muy en cuenta la dosis correcta en cada caso para que el resultado sea perfecto y con una movilidad completamente natural. Por lo que te recomiendo que te pongas en manos de un médico especializado.
Los resultados son increíbles, el único “pero” … es que no es definitivo, una vez que pasa el efecto del Bótox la sonrisa recupera su tensión natural, por lo que este tratamiento requiere de un mantenimiento.
Como opción alternativa y definitiva es someterse a una intervención quirúrgica, en la que el cirujano divide el músculo elevador del labio superior para conseguir una elevación adecuada. Esto conlleva un alto coste y un postoperatorio bastante molesto.
Si tienes sonrisa gingival, y estás interesada en tratarla, ponte en contacto con nosotros. Te damos una cita para evaluar tu caso y aclarar todas tus dudas, sin ningún tipo de coste ni compromiso.